Me resulta llamativa la cantidad de palabras nuevas
que se crean para ocultar una realidad, ahora os voy a contar algunos ejemplos
de como se han sustituido algunas palabras.
La pereza es cansancio, agotamiento, depresión; la
soberbia es autovaloración, dignidad a la propia imagen; la envidia es agravio
comparativo; la crisis económica es desaceleración económica; el aborto es
interrupción voluntaria del embarazo; el suspenso es fracaso escolar; la
eutanasia es muerte digna; la cobardía es prudencia; calumnia, libertad de
expresión; intolerancia, firmeza de criterio; rencor, afán de justicia…
No sólo eso, continuamente se nos bombardea con
mensajes diciéndonos que todo vale, lo cual equivale a decir que nada vale; con
lo cual se establece una relatividad moral, en la que da igual si decido beber
hasta emborracharme, da igual si decido acostarme con la primera persona que
pille una noche, aunque no la conozca de nada, da igual si decido faltar al
respeto a aquel que piensa de forma diferente a mí, da igual si por ejemplo
decido romper los escaparates de una tienda de los trabajadores que trabajan en
un día de huelga…
¿Nunca os habéis preguntado cómo sería un mundo
completamente al revés?
Yo sí, y he llegado a la conclusión de que sería
completamente igual al que conocemos, ya que, efectivamente, cambian las cosas,
pero también cambia el concepto que define como son las cosas.
Por ejemplo, una persona alta en el mundo al revés sería una persona baja, pero es que en el mundo al revés el concepto de bajo es alto, por lo tanto una persona alta, en el mundo al revés también sería una persona alta.
Por ejemplo, una persona alta en el mundo al revés sería una persona baja, pero es que en el mundo al revés el concepto de bajo es alto, por lo tanto una persona alta, en el mundo al revés también sería una persona alta.
Pensad en los extremos no como en una línea recta,
sino como en una circunferencia, al fin y al cabo, los extremos se tocan.
Y todo esto ¿qué efectos causa en las personas?
No sé a vosotros, pero a mi esto me suena muy familiar,
y me hace sospechar que estamos siendo víctimas de unos pocos que quieren
imponer su forma de pensar, expresada con un gran dominio del lenguaje.
Lo del cambio del lenguaje es para que la gente no
asocie esas palabras con la realidad que esconden, es decir que produce una
ralentización del pensamiento, y también para crear confusión, porque si se
usan palabras para designar otras, o si se dice que todo vale; ello provocará
en las personas, tal y como vimos cuando hablé del sexto sentido, que su mente les
cuente una historia que sea coherente con la realidad que trata de ponernos
esta gente ante nuestros ojos, es una forma de comer el coco a la gente sin que éstas se den cuenta.
Me recuerda a la historia de la torre de Babel, en la cual, la soberbia de las personas hace que la gente no se entienda cuando habla, como si hablasen idiomas distintos.
Me recuerda a la historia de la torre de Babel, en la cual, la soberbia de las personas hace que la gente no se entienda cuando habla, como si hablasen idiomas distintos.
El objetivo parece ser el de alterar lo que siempre ha
sido, sustituir los valores y creencias por otros, por unos nuevos principios
hechos para tener el control de todas las fuentes de poder y controlar así, a
cada uno de los ciudadanos.
He de decir que respeto a todo aquel que piense de
esta forma, pero lo que no respeto es el comportamiento de aquellos que quieren
manipular a los demás.
Aunque parece que ya están sentadas las bases para
empezar a hablar de las ideologías totalitarias, prefiero empezar a hablar de
los valores morales, ya que con eso las bases quedarían mucho más definidas.
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Muy bueno tío. Me ha encantado lo de la "ralentización del pensamiento", tienes toda la razón. Un abrazo y sigue escribiendo :)
ResponderEliminarSi tú lo dices, seguiré escribiendo, en el capítulo de ideologías totalitarias profundizo en este tema
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